jueves, 9 de octubre de 2014

Reseña: La tumba del marinero, de Luna Miguel

Tenía muchas ganas de leer a Luna Miguel y he empezado por el final. La tumba del marinero (La Bella Varsovia, 2013) es su último libro publicado en España -porque ha publicado en otros países también, como en Italia o en Argentina-. Sigo leyendo poesía y sigo reseñando poesía, lo siento si esperabais más novelas juveniles o de fantasía. Tendrán su espacio en este blog. De hecho, estoy leyendo Danza de dragones y una biografía. Sin embargo, aún no es el momento. Ahora es el momento de Luna.


COMENTARIO

La poesía de Luna Miguel es visceral y enfermiza, es poesía que ataca al alma. Que hace vaciarse. Que fulmina. Y sin temor a hacer daño.
Con referencias a mil autores que no conozco y cosas que me hacen investigar, Luna Miguel demuestra que es una mujer con altísimos conocimientos literarios, a pesar de su juventud (nació en el 90). Y no solo las referencias que menciona en los poemas, sino la forma de contar(te) qué pasa, qué le pasa, qué te pasa, qué les pasa a los demás, sirve como demostración de que cuando escribió estos poemas ya era una mujer completamente madura. O no. Demuestra que hay otra forma de madurar.
Luna Miguel vive la enfermedad en sus propias carnes, en su propia piel. Por eso no es raro ver esa angustia o ese enfrentamiento o ese qué sé yo en su poesía. Está rodeada de enfermedad. Vive rodeada de cánceres.
La tumba del marinero está dividido en diez partes y en cada una de ellas ahonda en un tema de una forma más intensa. Encontramos poemas en los que habla de amor, de madurez e independencia, de lo que ha recibido de su familia, de enfermedad, de drogas, de sexo, de muerte...
Hay poemas largos y otros tan cortos como Convivencia:
Tejo contigo
el terror a la disputa.
 
Sin embargo, desde mi punto de vista, los mejores son los poemas en prosa. En ellos Luna Miguel reflexiona más, ahonda en el asunto, llega hasta el hueso. Los que encontramos en la octava parte, Mala sangre, por ejemplo, son textos que arañan desde dentro, con gusto, con placer. Que el dolor dulce existe y sale de las palabras de Luna Miguel. Está comprobado.

En definitiva: cómo no recomendar este libro, si me ha dejado con ganas de más. Si ya tengo la obligación de comprar los demás libros de Luna Miguel. Si todo lo que diga se va a quedar corto. Si eres aficionado a la poesía, tienes que leer La tumba del marinero, si no lees poesía, también. Y empezarás a hacerlo.

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