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martes, 15 de diciembre de 2015

Reseña: Niños enamorados, de Mariano Peyrou

Tuve la suerte de tener a Mariano Peyrou como profesor de escritura creativa en un curso que impartía en mi universidad. Ya os hablé de él hace tiempo (¡cuatro años!). Ahora, con la publicación de su nuevo poemario, Niños enamorados, editado por Pre-Textos, vuelvo a escribir sobre su poesía.


Igual que el blanco es la suma
de todos los colores,
el silencio es el nombre de
todo. Lo demás, lo que nos
importa, lo particular de cada vida
parece necesitar la solidez de un
relato en el que se condensan
el relato deseado y una serie
de frases que lo cuestionan e iluminan,
enfatizando la unidad de su
sentido o su azarosa multiplicidad:
las que se quedan flotando
cerca de la superficie del agua
y emiten algún sonido que destaca
sobre el fondo de la tranquilidad (...)

Fragmento de "El sótano del cielo", de Mariano Peyrou. 
Mariano Peyrou nació en Buenos Aires en 1971 y vive en Madrid desde 1976. Es autor de varios libros de poemas, entre los que destacan La sal (2005), Estudio de lo visible (2007) y Temperatura voz (2010), todos editados por Pre-Textos. También ha publicado un volumen de relatos, La tristeza de las fiestas (2014), aparecido en esta misma editorial.
COMENTARIO

Fui a la presentación de Niños enamorados en la librería Rafael Alberti, en Madrid, el 30 de octubre, donde Mariano Peyrou, acompañado de Rosa Benéitez y Julieta Valero (que dieron su opinión sobre Niños enamorados), leyó alguno de los poemas del libro. Lo cierto es que escuchándole leer ya presentía que el libro me iba a gustar, y así fue. Cuando terminé el libro (el 3 de noviembre) publiqué una pequeña reseña en Goodreads. No todos los libros que leo los reseño en Bibliolocura, pero casi todos tienen una reseña, aunque sea breve, en mi perfil de Goodreads, así que si tenéis cuenta en esa red social, os animo a que me sigáis. Bueno, esto es lo que escribí sobre Niños enamorados:

Yo no sé cómo lo hace, pero Mariano Peyrou se aproxima demasiado a todo y lo hace suyo sin hacer ruido, usando las palabras exactas en la naranja exacta y sin mecanismos, todo natural, siendo zumo. Niños enamorados «es la prolongación de un sueño» que hemos vivido todos. Es un libro de poemas, de silencio y de música. "El miedo tranquilo", como el título de uno de los poemas, donde habla de «heridas heredadas que no duelen pero modelan lentamente nuestro cuerpo, señalan en secreto sus límites». Yo no sé cuáles son los límites que se ponen los Niños enamorados, sólo sé que cada uno de los poemas del libro me ha sugerido algo, algo azul que tenía escondido y que me ha encantado descubrir. Que «el espacio es metáfora del tiempo, no podría ser al revés». Que, aunque ya lo sabía, no me había dado cuenta de que «todo está lejos; estar cerca es una forma de estar lejos», que «abstracto es lo concreto fuera de contexto» y que «complejo es lo sencillo demasiado cerca». Al final, podría decir todo en versos del libro: «Esto es lo que se hace: trabajar lo real hasta convertirlo en imaginario.»
Una auténtica maravilla que merece varias lecturas para disfrutarlo al máximo.

Como veis, creo que con eso ya he dicho más que suficiente. Y es que por qué me voy a enrollar más, si ya he comentado lo genial que es este libro, un libro de poemas que no son infancia y que al mismo tiempo tienen esa fragilidad de los niños, esa fuerza de caerse y levantarse, no sé. Que tenéis que leer y disfrutar de Niños enamorados como lo he hecho yo y, luego ya si eso, hablamos.

martes, 27 de septiembre de 2011

La poesía de Mariano Peyrou

Según dice la Wikipedia, Mariano Peyrou "es un poeta español en lengua castellana, músico y licenciado en Antropología Social." Sin embargo, yo tengo la suerte de poder decir algo más de él.
Imparte clases de Escritura Creativa en un taller que ofrece mi universidad y he tenido la suerte de ser alumno suyo.
Pero no quiero hacer esta entrada para hacerle la pelota. Quiero hablaros un poco de su poesía. Por desgracia no tengo ningún libro suyo (¡no me peguéis!), pero sí he leído cosas suyas que hay en por ahí en este gran mundo que es internet. Además, tengo (firmado y dedicado) un poema suyo titulado "un árbol" y que mola mucho muchísimo.
Uno de sus libros, La voluntad de equilibrio, fue galardonado con el V Premio de poesía "María del Villar".
El caso es que Mariano Peyrou escribe, en mi opinión, una poesía que se me antoja filosófica. Muy abierta, espontánea, creativa. Natural y extraña, como la vida misma. Temporal y atemporal. Es una poesía que solo se puede entender con los ojos del corazón, aunque parezca que casi con la razón ya puedes entenderla. Solo que con la razón no llegas a hacerlo, te quedas tan solo a un milímetro de comprender la poesía. De todas formas, ¿quién ha dicho que la poesía haya que entenderla? Tan solo hay que disfrutarla. ¿O no? Yo creo que uno puede ser capaz de entenderla, en la medida de lo que la poesía dice a cada uno. Pero cada cual que crea lo que... crea.

Quiero dejaros aquí su poema "un árbol", que he copiado directamente de Letras Libres, para que disfrutéis vosotros también de su poesía:

un árbol

puedes hacer varias cosas con este árbol

cubrirlo de un color original o dibujarlo en tu mente como si fuera un río

talarlo con las uñas hasta modificar tu percepción del tiempo

calcular su altura y equivocarte y no darte cuenta

puedes olerlo como si pensaras sin palabras

esconder sus raíces debajo de la tierra y pintar de verde la más verde de sus hojas

sentarte sobre lo que fue su sombra y esperar a que se haga de día

definirlo para que sea a la vez hermoso y artificial

inventar un incendio y salvarlo

cambiarlo por el derecho a desplazarte por el prado


convertirlo en papel y describirlo de una forma diferente en cada folio

caminar en círculos alrededor de cualquiera de los árboles vecinos

pincharlo con un alfiler para constatar que no se queja

tener una larga conversación a la luz de sus pájaros y descubrir que alberga tantas contradicciones como alas

puedes tomarlo como ejemplo en un ensayo sobre la horizontalidad

amarlo compasivamente pensando en los poderosos vientos que trajeron desde las estrellas la materia que lo forma

palpar su rugosidad con cada uno de los dedos o con la palma entera


lo que no puedes hacer es entenderlo


Mariano Peyrou


¡Un saludo!