Un año... se dice pronto (y todo el tiempo que tardé desde la entrada anterior a esta, si es que soy terriblemente prolijo en mis reseñas, qué le voy a hacer.)
He decidido, sin embargo, que paso del manga, es una etapa pasada de mi vida que voy a dejar atrás definitivamente, de hecho mientras escribo esto estoy poniendo a la venta mi pequeña coleccion:
Hellsing, Shaman King, Chobits, Ghost in the shell, Tengen Toppa Gurren Lagan... Tsubasa... Corpse Party... Black Rock Shooter...
¡Que le den! ¡Mi aficion por los buenos manga está aqui para quedarse!
La reseña que traigo hoy recién salida del horno (si os concentráis podréis sentir que aún está caliente y que desprende un agradable pero intenso olor a tinta china) es de Over Bleed!
Hablemos de Over Bleed, pero primero, para mantener las buenas costumbres, un poco sobre el autor.
28Round es un dúo coreano que consta de Jun Sang Young, encargado de la historia, y Park Jungki, el dibujante.
Jun -o Jeon- no ha publicado ninguna otra obra hasta la fecha, según he podido encontrar, aunque mantengo la esperanza de que lo haga.
Park Jungki sí que ha podido contribuir más a la cultura del Manwa con titulos como Dangu (2003) y The arms peddler (2010).
Over Bleed fue publicado en 2007 y es un shonen que consta de 25 capitulos repartidos en 3 tomos. De hecho según estoy escribiendo esta reseña me percato de que los 3 tomos son: la introducción, el nudo y el desenlace. Una estructura clásica con poco riesgo que sin embargo funciona a la perfeccion en mi modesta opinión, y personalmente me dejó muy satisfecho.
Pasemos a la accion (nunca mejor dicho)!
El protagonista de esta historia es Kei, un atormentado joven que, tras un fallido intento de suicidio, se tiene que enfrentar de nuevo a la pesadilla que era el diario abuso en su instituto a manos de los delincuentes locales. Su mal logrado suicidio a pesar de no quitarle la vida, sí le quitó a su mejor amigo, con el cual emprendio la empresa hacia la muerte.
No ser capaz de suicidarse no fue lo peor que le pudo pasar: en la red hay un video en el cual se ve el suicidio fallido. La plataforma en la cual se puede ver tal contenido: Over Bleed.
No es el único contenido con el cual sus asiduos se pueden deleitar, pues el mayor atractivo de la página son los videos de peleas callejeras.
Teniendo esto en cuenta es fácil ver como el abuso que sufre Kei se ha tornado incluso peor que en el pasado.
Por desgracia o por fortuna Kei cree reconocer a su difunto amigo en uno de esos vídeos callejeros, lo cual, unido a su decisión de no volver a temer al futuro, le lleva a hundirse lentamente en el mundo de las peleas callejeras y los peligros que ello conlleva.
Pasemos al trazo:
Sinceramente he de reconocer que me recuerda en parte al trazo de Boichi (Sun Ken Rock) y otro tanto al de Takehiko Inue (Vagabond). Tiene el realismo de Vagabond pero a la vez tambien el estilo coreano, no se explicarlo pero sí que puedo asegurar que los coreanos hacen los trazos de una forma especial. Las peleas (hay unas cuantas de ellas, es un shonen al fin y al cabo, un shonen sobre un club de peleas underground, quien no esperase que hubiese luchas es que no sabía en qué se metia) están bien escritas y mejor llevadas a papel, como se puede ver en la escena anterior.
Los golpes, los movimientos, todo parece bastante realista (no he tenido la suerte de pegarme con nadie nuca, así que no sé si las heridas de combate son realistas, pero confío en que el autor, el cual es informo sobre artes marciales, como explica al final de cada tomo, sí que sabe de lo que está hablando, y si no, pues no es tan grave, es una obra de ficcion al fin y al cabo) y consigue transmitir los golpes que reciben los peronajes casi como si se sintiesen en propia piel.
Resumen:
Un Manwa que merece la pena leer, es breve, es bueno, por lo que dos veces bueno, está bien redactado y tiene una estética apropiada para la historia que relata. 25 capítulos se leen en un fin de semana perezoso o incluso en una tarde de domingo lluviosa, ¡así que animaros a darle una oportunidad!