lunes, 28 de diciembre de 2015

Reseña: Aura, de Javier Ruescas y Manu Carbajo

Vuelvo con novela juvenil, con Javier Ruescas y Manu Carbajo y su trilogía Electro. Es el turno de la segunda parte, Aura, una vertiginosa continuación de Electro, el primer título de la trilogía (haz clic aquí para leer la reseña de Electro).


SINOPSIS
Con el peso de la verdad sobre sus hombros, Ray, Eden y su nuevo compañero de viaje, Dorian, se dirigen a la Ciudadela en busca de ayuda. Pero el lugar no es el mismo desde que la chica lo abandonó: ahora la lucha de los rebeldes contra el gobierno se ha vuelto más encarnizada. Las reservas de energía comienzan a estar al límite y la gente se muere. El miedo se ha convertido en el arma más poderosa de los centinelas.
Mientras Eden se enfrenta a su pasado y Ray intenta desentrañar sus sentimientos por ella, Dorian irá descubriendo poco a poco los límites de su auténtica naturaleza. Juntos deberán deshacer, antes de que sea demasiado tarde, la telaraña de secretos, mentiras y traiciones que amenaza con sepultar la verdad para siempre.
COMENTARIO

Ruescas y Carbajo habían dejado el listón muy alto en Electro pero han conseguido lo imposible: se han superado. Me encantó Electro por ser una novela distópica diferente, muy realista y al mismo tiempo con muchísima novedad. La historia tenía sentido, especialmente por ese final alucinante. Todo cuadraba, pero había mucho que contar. Y eso han hecho en Aura, dar continuidad a una historia que, aunque estaba completa de alguna manera, dejaba con ganas de más. De mucho más.
Ahora que ya sabemos quiénes son Ray y Dorian, la historia se vuelve más interesante. Por un lado, el personaje de Dorian se convierte en una pieza clave. Por otro, Ray tiene que ver (como dice en la sinopsis, yo no spoileo nada) qué es lo que siente por Eden.
En Aura cambiamos de escenario: la Ciudadela es donde se centra el libro, una ciudad donde hay una clara separación de clases y donde los rebeldes están empezando a sublevarse contra el gobierno opresor, sobre todo por falta de la energía que necesitan para vivir. Me gusta que estemos esta vez en un ambiente urbano, pero de esos ambientes urbanos decadentes, sucios, muy del rollo ciencia ficción del siglo pasado.
Conocemos a nuevos personajes, descubrimos el pasado de Eden y nos metemos de lleno en una ciudad con una guerra a punto de estallar. Estratagemas de lo más curiosas, planes para dar paso a la rebelión y mucha, muchísima acción. Si Electro era una novela vertiginosa, Aura va a la velocidad de la luz. Nunca dejan de pasar cosas y todas tienen una razón de ser. Incluso escenas de Electro que pudieron pasar desapercibidas se vuelven cruciales en esta segunda parte cargada de intriga, especialmente en los últimos capítulos.
Vuelve a haber amor, pero esta vez me molesta menos que en Electro, aunque tenga más importancia. Porque es más confuso y realista, porque ahora cuesta menos creérselo. Y porque ahora forma parte de la trama, de forma que era necesario que se desarrollase en la primera novela. Bravo.
Creo que Javier Ruescas y Manu Carbajo han conseguido dar continuidad a Electro de una manera perfecta: cambiando de escenario y dando espacio a nuevos personajes, pero manteniendo el listón de esa primera parte, incluso mejorándose. La historia, además, sigue necesitando más. El final de Aura, aunque no es tan genial como el de Electro, vuelve a dejar con ganas de más. Terminar Aura supone quedarse en ascuas. Necesitas saber cómo sigue.
Será difícil terminar la trilogía de una forma tan perfecta como empezó y como ha continuado, pero seguro que Ruescas y Carbajo lo consiguen. Si Aura ha seguido la línea de Electro, estoy convencido de que la tercera parte de la trilogía, Némesis, será una novela perfecta.

Aura se lleva un 9 sobre 10. Reservo el 10 para la tercera parte.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Reseña: Todxs Vosotrxs, de Jose Luis Algar

Jose Luis Algar es ilustrador, cantante y compositor, director y guionista de cine, y ahora también poeta. Todxs Vosotrxs es su primer libro de poemas, una maravilla poética que acompaña ilustraciones y nos mete de lleno en su vida, sin anestesia. Ha sido editado por Ediciones Hidroavión. Vamos a por la reseña.


SINOPSIS
En esta novela gráfica encontramos algunas vivencias, recuerdos y pensamientos del propio autor narrados desde la poesía y la cotidianidad, cercanía y naturalidad que consigue con sus palabras que todos encontremos algo de nosotros mismos. 
Los textos, escritos a máquina de escribir, van acompañados por unas cuidadas ilustraciones en acuarela con retratos y situaciones narradas.
 COMENTARIO

Fui a la presentación de Todxs Vosotrxs en Madrid para conocer a Jose Luis Algar, pues no le había desvirtualizado todavía, a pesar de que he hablado sobre su música en Indielocura en varias ocasiones y de que es el ilustrador de mi último poemario, Uni-versos. Además, quiso contar conmigo para que recitara alguno de sus poemas en la exposición con recital que hizo de las ilustraciones incluidas en el libro, al día siguiente de la presentación. Pero hablemos del libro.

Todxs Vosotrxs es un espejo donde vemos a Jose Luis Algar tal cual es, a través de otras personas. Los poemas y textos en prosa de este libro nos van enseñando, poco a poco, quién es Jose Luis Algar, quiénes son las personas que han formado parte de su vida. Desde un poema de tres versos a su padre y otro a su madre hasta poemas a amores imposibles del colegio, en primaria, o a amores pasados, cuya huella sigue doliendo.

Pero no sólo hay amor, no. Hay vida cotidiana, como ir a un examen cuando vives muy lejos del centro de estudio y que la profesora lo haya cancelado. Como elegir ser artista y vivir malamente porque es mejor vivir feliz y pobre que infeliz y con dinero. Reflexiones de todo tipo, juegos con las palabras e incluso caligramas, como el del poema "Jaculatoria" o en "Fuerte". Unos textos son autobiográficos, los otros cuentan situaciones, pero todos tienen en común la presencia de algún otro, de todxs lxs que han formado parte de la vida y el corazón del autor.

Mención aparte merecen todas las ilustraciones que hay en el libro. Se trata de dibujos hechos en acuarela que ilustran los textos y los complementan. La mayoría son retratos, pero hay también ilustraciones de otro tipo, aunque generalmente partes del cuerpo. Ya sé que no es muy objetivo que yo lo diga porque Algar ha ilustrado la portada y la contraportada de mi último libro, pero los dibujos de este joven son una maravilla.

Os dejo aquí debajo el booktrailer que han preparado del libro, animándoos a que lo compréis (está entre los más vendidos de poesía en la Fnac, y será por algo), lo devoréis y lo disfrutéis.



martes, 15 de diciembre de 2015

Reseña: Niños enamorados, de Mariano Peyrou

Tuve la suerte de tener a Mariano Peyrou como profesor de escritura creativa en un curso que impartía en mi universidad. Ya os hablé de él hace tiempo (¡cuatro años!). Ahora, con la publicación de su nuevo poemario, Niños enamorados, editado por Pre-Textos, vuelvo a escribir sobre su poesía.


Igual que el blanco es la suma
de todos los colores,
el silencio es el nombre de
todo. Lo demás, lo que nos
importa, lo particular de cada vida
parece necesitar la solidez de un
relato en el que se condensan
el relato deseado y una serie
de frases que lo cuestionan e iluminan,
enfatizando la unidad de su
sentido o su azarosa multiplicidad:
las que se quedan flotando
cerca de la superficie del agua
y emiten algún sonido que destaca
sobre el fondo de la tranquilidad (...)

Fragmento de "El sótano del cielo", de Mariano Peyrou. 
Mariano Peyrou nació en Buenos Aires en 1971 y vive en Madrid desde 1976. Es autor de varios libros de poemas, entre los que destacan La sal (2005), Estudio de lo visible (2007) y Temperatura voz (2010), todos editados por Pre-Textos. También ha publicado un volumen de relatos, La tristeza de las fiestas (2014), aparecido en esta misma editorial.
COMENTARIO

Fui a la presentación de Niños enamorados en la librería Rafael Alberti, en Madrid, el 30 de octubre, donde Mariano Peyrou, acompañado de Rosa Benéitez y Julieta Valero (que dieron su opinión sobre Niños enamorados), leyó alguno de los poemas del libro. Lo cierto es que escuchándole leer ya presentía que el libro me iba a gustar, y así fue. Cuando terminé el libro (el 3 de noviembre) publiqué una pequeña reseña en Goodreads. No todos los libros que leo los reseño en Bibliolocura, pero casi todos tienen una reseña, aunque sea breve, en mi perfil de Goodreads, así que si tenéis cuenta en esa red social, os animo a que me sigáis. Bueno, esto es lo que escribí sobre Niños enamorados:

Yo no sé cómo lo hace, pero Mariano Peyrou se aproxima demasiado a todo y lo hace suyo sin hacer ruido, usando las palabras exactas en la naranja exacta y sin mecanismos, todo natural, siendo zumo. Niños enamorados «es la prolongación de un sueño» que hemos vivido todos. Es un libro de poemas, de silencio y de música. "El miedo tranquilo", como el título de uno de los poemas, donde habla de «heridas heredadas que no duelen pero modelan lentamente nuestro cuerpo, señalan en secreto sus límites». Yo no sé cuáles son los límites que se ponen los Niños enamorados, sólo sé que cada uno de los poemas del libro me ha sugerido algo, algo azul que tenía escondido y que me ha encantado descubrir. Que «el espacio es metáfora del tiempo, no podría ser al revés». Que, aunque ya lo sabía, no me había dado cuenta de que «todo está lejos; estar cerca es una forma de estar lejos», que «abstracto es lo concreto fuera de contexto» y que «complejo es lo sencillo demasiado cerca». Al final, podría decir todo en versos del libro: «Esto es lo que se hace: trabajar lo real hasta convertirlo en imaginario.»
Una auténtica maravilla que merece varias lecturas para disfrutarlo al máximo.

Como veis, creo que con eso ya he dicho más que suficiente. Y es que por qué me voy a enrollar más, si ya he comentado lo genial que es este libro, un libro de poemas que no son infancia y que al mismo tiempo tienen esa fragilidad de los niños, esa fuerza de caerse y levantarse, no sé. Que tenéis que leer y disfrutar de Niños enamorados como lo he hecho yo y, luego ya si eso, hablamos.