jueves, 31 de marzo de 2011

Poesía: Amor constante más allá de la muerte, de Quevedo


¡Hola! ¿Qué os traigo hoy? Hoy he decidido traer algo nuevo: un poema. Tal vez a partir de ahora os traiga de vez en cuando algún que otro poema o algún fragmento de algo que esté leyendo. Este poema de Quevedo me encanta y es uno de mis sonetos favoritos. Espero que lo disfrutéis. ¡Un saludo!

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte en la ribera,
dejará la memoria en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado,
serán ceniza, mas tendrá sentido,
polvo serán, mas polvo enamorado.


miércoles, 30 de marzo de 2011

Miércoles musicales V: Sunshine of your love

¡Hola a todo el mundo y feliz miércoles! Hoy, como otros miércoles, os traigo algo de música. Hoy toca Sunshine of your love, de Cream. ¡Disfrutadla!



¡Que tengáis un buen día!

martes, 29 de marzo de 2011

Crítica de Cujo, de Stephen King


Ya os lo he dicho más de una vez: Stephen King impresiona con cada obra que saca. Hoy os quiero hablar de Cujo. Cujo es un perro. Esta es la historia de un perro, y eso tampoco tiene nada de raro. Pero es que Cujo no era un perro nada raro hasta que... Chan, chan, chan... Veamos cómo os lo explico. Digamos que este libro me impactó tanto que hizo que tuviera miedo a los perros. Literalmente. Es una historia de terror. Es la especialidad de Stephen King, eso lo sabe todo el mundo. Terror, misterio... Solo que en esta historia no hay monstruos. O el único monstruo es Cujo, un perro. Un perro al que le ha pasado algo en el cerebro. Antes era un perro bueno, con el que jugaban alegres los niños. Pero ahora ya no lo es. Ahora es un asesino.
Es una lástima no tener el libro ahora en mis manos, ya que cuando lo leí lo saqué de una biblioteca, pero os aseguro que esta historia me atrapó desde el primer día. Lo leí en cuatro.
Algo que debo mencionar es la capacidad genial de Stephen King en introducirnos en la mente de Cujo. En la mente de un perro. Una forma excepcional de narrar una historia. Por un lado sabemos que Cujo es bueno. Por otro lado, vemos cómo tiene ansia de matar, cómo tiene sed de asesinar...
Y debo mencionar muchísimas más cosas, seguro, pero para ello me gustaría tener el libro y no es el caso, así que, nada: os lo recomiendo. Y mucho.

lunes, 28 de marzo de 2011

Una de portadas I


Siempre, antes de publicar un libro, se hacen varias portadas para que el autor pueda elegir entre ellas la que quiere que represente a su obra. Todo el mundo sabe lo importante que es la portada de un libro, a pesar de que no se deba juzgar a un libro por su portada.
En mi caso, yo mismo diseñé distintas portadas para Doce de diciembre y quiero compartir algunas de ellas con vosotros. El título también lo cambié después de hacer algunas de ellas. Antes de decidirme por Doce de diciembre tenía pensado Apocalipsis a medianoche.

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Y la portada definitiva:
¿Qué diseño os gusta más? ¿Con cual os quedaríais? ¿Creéis que ha sido buena opción la definitiva? ¡Espero vuestros comentarios!
¡Un saludo!

domingo, 27 de marzo de 2011

Mientras pasan las horas

¡Hola a todo el mundo!
La entrada de hoy es una entrada un poco diferente a todo lo que haya escrito en el blog antes. Hoy me ha dado por regodearme hablando de uno de mis libros. Yo voy a disfrutar, espero que vosotros también lo hagáis. Se trata de Mientras pasan las horas, mi primera recopilación de poemas. He aquí la portada:


Antes de nada debo deciros que escribir este libro ha sido toda una experiencia. Es verdad que lo mío, más que la poesía, es la narrativa, pero os confesaré que siempre me ha gustado escribir poemas. Aunque en situaciones diferentes a aquellas en las que escribo narrativa.

Uno escribe fantasía en ocasiones. A veces me da por escribir novela de terror (Doce de diciembre es la prueba). Pero, también en ocasiones, aunque menos a menudo, escribo poesía. Se trata de situaciones especiales, en las que me siento más abierto a mí mismo. O más cerrado a los demás. O tal vez al contrario, situaciones en las que me siento más abierto a otro.

Por ejemplo, y ya sé que es el tópico más tópico del mundo, escribo poesía cuando creo que siento amor, o cuando creo que dejo de sentirlo. Es un tópico hablar de poesía y de amor al mismo tiempo, pero os aseguro que lo uno lleva a lo otro. El amor (por lo menos a mí) o la falta de ello, me hace escribir en verso.

Otras ocasiones también son propicias para escribir poesía y han tenido como fruto algunos de los poemas de este libro. Por ejemplo, situaciones de cabreo absoluto. Seguro que has tenido alguna vez un momento en el que estás en contra de todo el mundo. Y además te parece que es el mundo el que está en tu contra. A mí me ha pasado. Y me ha ayudado a escribir poemas. Será que estoy loco. O tal vez no.

Pero no solo eso ha sido motivo de crear poesía. También la experimentación. Y la pericia que necesita uno para meterse con alguien sin que éste se dé cuenta. Me estoy refiriendo a esconder mensajes entre las palabras de un poema. Al principio no lo hacía, pero he de confesaros que es ahora una de mis aficiones favoritas. Sí, algunos de mis poemas tienen mensajes ocultos. Y muchos de ellos no son nada buenos. Si alguna vez tenéis mi libro en las manos, os reto a que los descubráis. Existen pistas.

Y como este último párrafo me ha quedado muy pero que muy misterioso (modestia aparte, que hoy no tengo mucha, bueno, ni nunca) no quiero más que animaros a descubrir el mundo de la poesía. Existen dos formas de hacerlo. Una de ellas es poniéndoos a escribir poemas. La otra, y es una que recomiendo, es comprando mi libro y disfrutando de él. Sí, parece que os estoy pidiendo que me compréis el libro, pero no es así. Simplemente, lo dejo caer.

La página web oficial del libro está en este enlace. Desde ella podréis acceder a la biblioteca de Bubok y comprar el libro, que son solo 10€.

Pero no quiero que esto parezca un anuncio de teletienda. De verdad, os animo a que escribáis poesía y espero que la disfrutéis tanto como yo disfruto con ella.

¡Un saludo!

viernes, 25 de marzo de 2011

Érase una vez... III

Érase una vez...
...un perro.
Perry era un perro llorica. Siempre se quejaba por todo. Que si soy más raro que un perro verde, que dónde se ha visto un perro rosa, que si soy un perro hortera y yo no elegí serlo, que a quién se le ocurrió hacer un perro a cuadros con distintas tonalidades de rosa, que si su lengua verde no va a juego... En fin, un perro quejica. Se quejaba incluso de que tenía unos ladridos muy fuertes que ahuyentaban a las perritas cuando se acercaban, y los cachorros le temían.
Pobre Perry, el perro llorica.
Un día, el Grupo Anti Extraterrestres Perrunos, o GAEP, apareció por la perrera en la que le habían encerrado por escándalo público. Querían utilizarlo para salvar la Tierra.
Perry, dispuesto usar sus dotes asustadizas para salvar el planeta, con su piel a cuadros de diferentes rosas y su terrible lengua verde... viajó al espacio.
Allí conoció a una perra de cuadros de otra galaxia. Se enamoró y, por muy misterioso que pareciera, empezó a creer que resultaba que ahí se sentía más cómodo. Tal vez se trataba de que en realidad, Perry era un extraterrestre que había nacido en la Tierra por equivocación. Convenció a los perros raros extraterrestres que no lucharan contra la Tierra y, por fin, salvó el planeta.
Al mismo tiempo, se casó con la perra de la que se había enamorado, y tuvieron perritos de muchos colores. Y colorín, colorado, este colorido cuento se ha acabado.

jueves, 24 de marzo de 2011

Reseña: Theodore Boone. Joven abogado, de John Grisham


SINOPSIS

Un crimen perfecto, un testigo sin rostro y Theodore Boone, quien sabe tanto que tal vez sepa demasiado. El joven aprendiz de abogado se ve involucrado inesperadamente en el juicio de un sensacional crimen: se ha cometido un asesinato a sangre fría y su autor está a punto de salir indemne.
Theo es la única persona que conoce la verdad y decide arriesgarlo todo para conseguir que se imparta justicia. Theo había soñado siempre con ser un gran abogado, de hacer una gran carrera en los estrado, y en verdad lo tenía todo para conseguirlo, pero no esperaba en ningún caso encontrarse tan pronto en los tribunales.
Theodore Boone, trece años, hijo único de dos prestigiosos abogados de la ciudad de Strattenburg, conocedor de todos los jueces, de la policía, del secretario judicial, familiarizado desde niño con el complejo mundo de las leyes, es el protagonista vocacional de esta trepidante novela. Intriga y suspense se suceden desde la primera línea hasta al final, y son los elementos fundamentales con los que John Grisham, el maestro indiscutible del thriller judicial, elevó el género a la categoría de best-seller en todo el mundo.


PERSONAJES

Theo Boone: nuestro protagonista es un chico más en su clase del colegio, donde cada uno tiene sus aficiones. A él le gustan los juicios y es un experto en derecho, a pesar de tener trece años. Por eso, siempre que se lo piden, ayuda a sus compañeros de clase y a sus familias. En esta ocasión, será una pieza importante en el juicio más interesante de su ciudad.
El señor Boone y la señora Boone: sus padres, abogados ambos. Él se ocupa de asuntos inmobiliarios, ella de divorcios. Juntos tienen el bufete de abogados Boone & Boone.
Ike Boone: el tío de Theo. Antes había trabajado como un importante abogado, pero ahora se dedica a cosas menos interesantes dentro del mundo del derecho. Sin embargo, cuando Theo le pide consejo, se involucrará por completo en el caso para ayudar a su sobrino.
April Finnemore: la mejor amiga de Theo, pues eran amigos desde la guardería. Sus padres están en pleno proceso de divorcio y ella lo está pasando mal, pero tiene a Theo para no sentirse sola.
Julio Pena: procedente de San Salvador, es amigo de Theo en el colegio. Acude a él para pedirle ayuda y... (no quiero contar más).
Bobby: primo de Julio. No tiene papeles y trabaja en un campo de golf.
Pete Duffy: un hombre acusado de matar a su mujer.
Henry Gantry: el juez encargado del caso Duffy y amigo de Theo.


COMENTARIO

Una novela bastante agradable. Unos personajes interesantes, un caso judicial que da la impresión de estar resuelto y un chaval que sabe la verdad. Ágil, comprometida con la sociedad. Así es como podría definir este libro.
En un primer plano nos encontramos con la figura de Theo, un chaval que siempre ayuda a los demás, un gran juez en potencia. Es listo y buena persona.
En segundo plano, un juicio. Parece que todo está claro, pero... al final siempre te llevas una sorpresita. Algo que hace que la historia cambie. Como... un testigo fantasma, por ejemplo.
También encontramos un trasfondo social: la familia Boone tiene un albergue donde acoge a familias sin hogar. Donde ayudan a las familias a salir adelante, buscando trabajo para las madres y educación para los hijos. Es gratificante leer sobre una familia así.
Una bonita novela, al fin y al cabo, con la que puedes sentirte a gusto y, al mismo tiempo, expectante por la intriga que produce debido a que se trata de un thriller judicial.
Valores como la fidelidad, el amor, el cariño de la familia y la solidaridad con el que no tiene se ponen de relieve en los personajes principales en contraste con la frialdad de los valores del supuesto asesino y del grupo de letrados de la defensa.
En definitiva, debo decir que he disfrutado con esta novela, que se lee en nada, y que espero que tú también disfrutes de ella si cae en tus manos. Sin duda, la recomiendo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Miércoles musicales IV: Bad Reputation

¡Hola a tod@s! Hoy, un miércoles más, os traigo algo de música en el blog. ¿Y qué os traigo hoy? Pues nada más y nada menos que una pizca de clásico rock and roll. Esto es Bad Reputation, de Joan Jett. Disfrutadlo.



¡Feliz miércoles musical!

martes, 22 de marzo de 2011

Ejercicios de estilo, de Raymond Queneau

Raymond Queneau fue un escritor francés que perteneció a la Academia Goncourt. Escribió múltiples novelas, ensayos... pero a nosotros no nos importa la historia, eso es un rollo. Así que, vayamos al grano. Este tío escribió un libro llamado Ejercicios de estilo, en el que narraba una misma situación/cuento de dos párrafos de 99 estilos diferentes, cada cual más chulo que el anterior.
Y he me aquí que me ha gustado lo que este hombre realizó y quiero daros una muestra, para que veáis lo chulo que es. He aquí, pues, una muestra:

Notaciones

En el S, a una hora de tráfico. Un tipo de unos veintiséis años, sombrero de fieltro con cordón en lugar de cinta, cuello muy largo como si se lo hubiesen estirado. La gente baja. El tipo en cuestión se enfada con un vecino. Le reprocha que lo empuje cada vez que pasa alguien. Tono llorón que se las da de duro. Al ver un sitio libre, se precipita sobre él.
Dos horas más tarde, lo encuentro en la plaza de Roma, delante de la estación de Saint-Lazare. Está con un compañero que le dice: "Deberías hacerte poner un botón más en el abrigo." Le indica dónde (en el escote) y por qué.


Relato

Una mañana a mediodía, junto al parque Monceau, en la plataforma trasera de un autobús casi completo de la línea S (en la actualidad el 84), observé a un personaje con el cuello bastante largo que llevaba un sombrero de fieltro rodeado de un cordón trenzado en lugar de cinta. Este individuo interpeló, de golpe y porrazo, a su vecino, pretendiendo que le pisoteaba adrede cada vez que subían o bajaban viajeros. Pero abandonó rápidamente la discusión para lanzarse sobre un sitio que había quedado libre.
Dos horas más tarde, volví a verlo delante de la estación de Saint-Lazare, conversando con un amigo que le aconsejaba disminuir el escote del abrigo haciéndose subir el botón superior por algún sastre competente.


Vacilaciones

No sé muy bien dónde ocurría aquello... ¿en una iglesia, en un cubo de la basura, en un osario? ¿Quizás en un autobús? Había allí... pero, ¿qué había allí? ¿Huevos, alfombras, rábanos? ¿Esqueletos? Sí, pero con su carne aún alrededor, y vivos. Sí, me parece que era eso. Gente en un autobús. Pero había uno (¿o dos?) que se hacía notar, no sé muy bien por qué. ¿Por su megalomanía? ¿Por su adiposidad? ¿Por su melancolía? No, mejor... más exactamente... por su juventud, adornada con un largo... ¿narigón? ¿mentón? ¿pulgar? No: cuello; y por un sombrero extraño, extraño, extraño. Se puso a pelear -sí, eso es-, sin duda con otro viajero (¿hombre o mujer?, ¿niño o viejo?) Luego eso se acabó, concluyó acabándose de alguna forma, probablemente con la huida de uno de los dos adversarios.
Estoy casi seguro de que es ese mismo personaje el que me volví a encontrar, pero ¿dónde? ¿Delante de una iglesia? ¿delante de un osario? ¿delante de un cubo de la basura? Con un compañero que debía de estar hablándole de alguna cosa, pero ¿de qué? ¿de qué? ¿de qué?


Retrógrado

Te deberías añadir un botón en el abrigo, le dice su amigo. Me lo encontré en medio de la plaza de Roma, después de haberlo dejado cundo se precipitaba con avidez sobre un asiento. Acababa de protestar por el empujón de otro viajero que, según él, le atropellaba cada vez que bajaba alguien. Este descarnado joven era portador de un sombrero ridículo. Eso ocurrió en la plataforma de un S completo aquel mediodía.


Punto de vista subjetivo

No estaba descontento con mi vestimenta, precisamente hoy. Estrenaba un sombrero nuevo, bastante chulo, y un abrigo que me parecía pero que muy bien. Me encuentro a X delante de la estación de Saint-Lazare, el cual intenta aguarme la fiesta tratando de demostrarme que el abrigo es muy escotado y que debería añadirle un botón más. Aunque, menos mal que no se ha atrevido a meterse con mi gorro.

Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos.


Otro punto de vista subjetivo

Había hoy en el autobús, a mi lado, en la plataforma, uno de esos mocosos de los que no abundan afortunadamente porque si no, acabaría por matar a uno. Aquél, un muchacho de unos veintiséis o treinta años, me irritaba especialmente, no tanto a causa de su largo cuello de pavo desplumado como por la clase de cinta de su sombrero, cinta reducida a una especie de cordón de color morado. ¡Jo!, ¡el cabrón! ¡Cómo me cargaba! Como a esa hora había mucha gente en nuestro la autobús, aprovechaba los empujones de costumbre a las subidas o bajadas para hincarle el codo en las costillas. Acabó por largarse

cobardemente antes de que o me decidiera a pisotearle un poco los pinreles para jorobarlo. También le hubiera dicho, para fastidiarlo, que a su abrigo demasiado escotado le faltaba un botón.


Ignorancia

Yo, no sé qué quieren de mí. Pues sí, he cogido el S hacia mediodía. ¿Que si había gente? A esa hora, por supuesto. ¿Un joven con sombrero de fieltro? Es muy posible. Aunque yo no miro descaradamente a la gente. Me importa un pito ¿Una especie de galón trenzado? ¿Alrededor del sombrero? Comprendo, una curiosidad como otra cualquiera, pero, desde luego, no me fijo en eso. Un galón trenzado... ¿y se habría peleado con otro señor? Cosas que pasan.
Y, además, ¿tendría que haberlo vuelto a ver otra vez una o dos horas más tarde? ¿Por qué no? Hay cosas aún más raras en la vida. Precisamente, recuerdo que mi padre me contaba a menudo que...



Versos libres

El autobús
lleno
el corazón
vacío
el cuello
largo
el cordóntrenzado
los pies
planos y aplanados
el sitio
vacío

y el inesperado encuentro junto a la estación de mil luces apagadas
del corazón, del cuello, del cordón, de los pies,
del sitio vacío
y de un botón.


Amanerado

Eran los aledaños de un julio meridiano. El sol reinaba con todo su esplendor sobre el horizonte de múltiples ubres. El asfalto palpitaba dulcemente, exhalando ese tierno aroma de alquitrán que origina en los cancerosos ideas a la par pueriles y corrosivas sobre el origen de sus dolencias. Un autobús, de librea verde y blanca, blasonado con una enigmática S, vino a recoger, junto al parque Monceau, un pequeño pero agraciado lote de viajeros candidatos a los húmedos confines de la disolución sudorípara. En la plataforma trasera de esta obra maestra de la industria automovilística francesa contemporánea, donde se amontonaban los transbordados como sardinas en lata, un pillastre que frisaba la treintena y que llevaba, entre un cuello de una longitud cuasi serpentina y un sombrero cercado por un cordoncillo, una cabeza tan sin gracia como plúmbea, alzó la voz para lamentarse, con amargura no fingida y que parecía emanar de un frasco de genciana, o de cualquier otro líquido de propiedades semejantes, de un fenómeno consistente en empujones reiterados que, según él, tenían como causante a un cousuario presente hic et nunc de la S. T. C. R. P. y le dio a su lamento el tono agrio de un viejo vicario que se hace pellizcar el trasero en un mingitorio y que, por excepción, no le apetece en absoluto tal delicadeza y no entra por uvas. Pero, al descubrir un sitio libre, se lanza en pos de él.

Más tarde, cuando el sol había bajado ya algunos peldaños de la monumental escalera de su parada celeste, y cuando de nuevo me hacía vehicular por otro autobús de la misma línea, observé al mismo personaje descrito anteriormente moviéndose en la plaza de Roma de forma peripatética en compañía de un individuo eiusdem estofae que le daba, en esta plaza consagrada a la circulación automovilística, consejos de una elegancia tal que no iba más allá de un botón.


Injurioso

Tras una espera repugnante bajo un sol inaguantable, acabé subiendo en un autobús inmundo infestado por una pandilla de imbéciles. El más imbécil de estos imbéciles era un granuja con el gañote desmedido que exhibía un güito grotesco con un cordón en lugar de cinta. Este chuleta se puso a gruñir porque un viejo chocho le pisoteaba los pinreles con un furor senil; pero enseguida se arrugó largándose a un sitio vado todavía húmedo del sudor de las nalgas de su anterior ocupante.
Dos horas más tarde, qué mala pata, me tropiezo con el mismo imbécil que charra con otro imbécil delante de ese asqueroso monumento llamado la estación de Saint-Lazare. Parloteaban a propósito de un botón. Me digo: aunque se suba o se baje el forúnculo, mona se quedará, el muy requeteimbécil.


Distingo

Por la mañana (y no por Ana la maña) viajaba en la plataforma (pero no formaba en la vieja plata) del autobús (no confundir con el alto obús), y como estaba llena (no me como esta ballena) la masa chocaba (y no la más achochada). Entonces un jovencito (y no cito un joven) extravagante (no vago estragante) se dirigió (aunque no digirió) a un sujeto (pero no atado) pacífico (no Atlántico) enojándose (no desojándose) porque éste (no Oeste) le pisaba el pie (no le pispaba el bies).
Al cabo del rato (y no al rabo del gato) yo vi al tonto (no llovía a lo tonto) en San Lázaro (no el de Tormes) conversando con un amigo (no amigando con un converso) más meticuloso (mas no supositorio) en temas de indumento (y no mento más té hindú).


Lítote (atenuando)

Eramos unos cuantos que nos desplazábamos juntos. Un joven, que no tenía pinta de inteligente, habló unos instantes con un señor que se encontraba a su lado; después, fue a sentarse. Dos horas más tarde, me lo encontré de nuevo; estaba en compañía de un amigo y hablaba de trapos.


Metafóricamente

En el centro del día, tirado en el montón de sardinas viajeras de un coleóptero de abdomen blancuzco, un pollo de largo cuello desplumado arengó de pronto a una, tranquila, de entre ellas, y su lenguaje se desplegó por los aires, húmedo de protesta. Después, atraído por un vacío, el pajarito se precipitó sobre él.
En un triste desierto urbano, volví a verlo el mismo día, mientras se dejaba poner las peras al cuarto a causa de un botón cualquiera.



Sorpresa

¡Lo apretado que íbamos en aquella plataforma de autobús! ¡Y lo tonta y ridícula que tenía la pinta aquel chico! ¿Y qué se le ocurre hacer? ¡Hete aquí que le da por querer reñir con un hombre que -¡pretendía el tal galancete!- lo empujaba! ¡Y luego no encuentra nada mejor que hacer que ir rápido a ocupar un sitio libre! ¡En vez de cedérselo a una señora!
Dos horas después, ¿adivinan a quién me encuentro delante de la estación de Saint-Lazare? ¡El mismo pisaverde!¡Mientras recibía consejos sobre indumentaria! ¡De un compañero!
¡Como para no creérselo!

En total, noventa y nueve estilos diferentes como estos, contando la misma historia. Os aseguro que hay algunos geniales (uno de vegetales, otro de médicos), pero estos son los que he encontrado por internet. Espero que os hayan gustado tanto como a mí.

¡Un saludo!

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Qué estoy leyendo?


¡Hola a tod@s! ¡Feliz semana!

Hoy os quiero hablar del libro que estoy leyendo esta semana. Se titula Theodore Boone. Joven abogado, de John Grisham.
Uno de juicios, cortito. Subiré una reseña en cuanto lo termine, que espero que sea pronto.

¡Un saludo!

domingo, 20 de marzo de 2011

Reseña: Cazadores de sombras 3. Ciudad de cristal


SINOPSIS

Para salvar la vida de su madre, Clary debe viajar hasta la Ciudad de Cristal, el hogar ancestral de los cazadores de sombras. Por si fuera poco, Jace no quiere que vaya y Simon ha sido encarcelado por los propios Cazadores de Sombras, que no se fían de un vampiro resistente al sol.
Mientras, Clary traba amistad con Sebastián, un misterioso cazador de sombras que se alía con ella. Valentine está dispuesto a acabar con todos los cazadores de sombras: la única opción que les queda a éstos es aliarse con sus mortales enemigos pero ¿podrán hombreslobo, vampiros y otras criaturas del submundo dejar a un lado susdiferencias con los cazadores de sombras?

PERSONAJES

Clary: era una cazadora de sombras, aunque no lo sabía. Ahora que lo sabe y que está enamorada de Jace, lucha por salvar a su madre. También tiene un conflicto interior por sus sentimientos hacia Jace y hacia otro chico que acaba de conocer: Sebastian.
Jace: fuerte, irónico, capaz de llevar siempre la contraria... Jace es un cazador de sombras dispuesto siempre a matar demonios. Su amor por Clary le lleva a meterse en miles de situaciones peligrosas, incluso a arriesgar su vida.
Simon: toca la batería en un grupo que cambia de nombre cada mes. Siempre ha estado enamorado de Clary, pero ella no lo está de él. Sin embargo, son muy buenos amigos. Simon, casi sin darse cuenta dónde se ha metido, es ahora una pieza clave en el mundo de los cazadores de sombras y, sobre todo, en el de los subterráneos.
Isabelle: una cazadora de sombras fuerte, ágil y atractiva que vive, como los demás cazadores de sombras, al límite matando demonios. Un fuerte golpe en su familia le hace ser un poco más sensible.
Alec: un cazador de sombras que prefiere estudiar a los demonios en vez de matarlos. Es el hermano de Isabelle. Por fin podrá declarar su amor abiertamente a la persona a la que ama.
Luke: siempre ha sido para Clary como su padre, y en esta tercera entrega de la saga, no va a ser menos. De hecho, arriesga su vida por ella, persiguiéndola hasta lugares en los que no tiene permitido entrar.
Magnus: un brujo un poco peculiar que, a pesar de parecer egoísta, ayuda a Clary siempre que puede, tal vez porque siente algo por uno de sus amigos.
Valentine: el padre de Clary, el hombre malvado que quiere acabar con los subterráneos y con la Clave. Todos los cazadores de sombras deberán luchar contra él o... rendirse a sus pies.
Sebastian: un nuevo personaje en esta tercera entrega. Y una pieza clave. (No desvelaré más).

ALGO DE LA NOVELA

Clary se ve involucrada de nuevo en el mundo de los cazadores de sombras, esta vez en la Ciudad de Cristal. En esta ocasión, Valentine quiere acabar con todos los cazadores de sombras que no se alíen con él y para ello va a utilizar la clásica técnica de "tenéis dos opciones: aliaros conmigo o que os mate". Más o menos.

En mi opinión, la primera mitad de la novela es más bien preparatoria para lo que viene después y tal vez es un poco pesado, pero se lleva bien, pues se alternan situaciones de acción con situaciones más calmadas. Eso es tal vez lo que haga que esta tercera parte de la saga sea tan fácil de leer. No tuve esta misma experiencia con la segunda parte, que me costó un poco terminarla, pero esta ha sido, la verdad, bastante más cómoda.

Por fin se atan muchos cabos que quedaron sueltos en las dos partes anteriores y se soluciona por fin el "misterio" que hay entre Clary y Jace. Y entre Jace y Valentine.

La verdad es que tiene puntos muy interesantes que hacen que cambiemos la forma de ver a algunos personajes, no solo comparándolos con las otras partes, sino también dentro de esta tercera novela.

Sinceramente, una novela bastante mejor que la segunda, que sabe llevar la intriga hasta el final y que nos lleva por fin al desenlace de la historia de Clary y los demás.

Muy recomendable, en realidad, recomiendo la saga entera.

Por cierto, tengo ganas de leer también Cazadores de sombras. Los orígenes. 1. Ángel mecánico.

¡Un saludo!

viernes, 18 de marzo de 2011

Frase del día

¡Hola a tod@s! Hoy os traigo una frase de Sir Francis Bacon que he encontrado por Inernet:

"He preferido estudiar los libros que a los hombres"

Que cada uno le busque el significado que prefiera y saque las conclusiones que crea necesarias.
¡Un saludo!

jueves, 17 de marzo de 2011

Confirmada la publicación de Donde los árboles cantan, de Laura Gallego

Hola a todos. Hoy os traigo una buena noticia. Laura Gallego ha publicado lo siguiente en su web:

"¡Buenas noticias! Donde los árboles cantan será publicada por SM en octubre de este mismo año. También saldrá en catalán al mismo tiempo con Cruïlla, y estamos negociando la publicación en América Latina. En los próximos días espero poder anunciaros oficialmente en qué países saldrá, y cuáles serán las fechas de lanzamiento en cada caso.

Entretanto, empezaremos el proceso de edición, y en SM también comenzarán a preparar la cubierta. La ilustradora elegida para hacerla es Cris Ortega."


Así que desde aquí solo quería mencionar que espero con ganas la publicación del libro y desear lo mejor para Laura, ya que he disfrutado mucho con sus libros.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Miércoles musicales III: Quiero

¡Hola a todos!
Hoy os traigo algo en español. "Quiero", de Doctor Pitangú. Espero que os guste y que la disfrutéis.
Feliz miércoles musical.

martes, 15 de marzo de 2011

Comentario sobre La Sombra del Viento y El Juego del Ángel

Cualquiera que haya leído uno de los dos libros recordará a la familia de los Sempere y no podrá olvidar el Cementerio de los Libros Olvidados. Las dos novelas atrapan de una forma impresionante y te transportan a la Barcelona de la época de cada una. Los personajes tienen sus peculiaridades, lo que los hace más realistas. Ambas historias hablan sobre libros. Eso puede que sea lo que más me gusta de ellas.
Espero con ansias la siguiente novela que nos transporte al universo del Cementerio de los Libros Olvidados.

lunes, 14 de marzo de 2011

Por Japón

Hoy solo quiero mostrar mi tristeza por lo acontecido en Japón.
Son tiempos duros. Si creéis, os pido que recéis por toda esa gente que lo está pasando mal.

sábado, 12 de marzo de 2011

Érase una vez... II

Érase una vez...

...un árbol que se situaba en lo más alto de un monte. Era un árbol solitario, de una especie de la que ya no quedaban muchos. Se trataba de una gran masa arbórea cuyo tronco medía 30cm de diámetro. El tronco era de un fuerte color marrón, pero se trataba de un marrón viejo, pues el árbol tenía ya más de 60 años.

De hecho, hoy era el sexagésimo primer cumpleaños de nuestro querido árbol, y lo iba a celebrar por todo lo alto. Había llamado a todos sus amigos para celebrar su cumpleaños de una forma especial.

Había organizado una gran ceremonia. Todos sus amigos acudirían: los pájaros, el búho, la familia de los castores, el señor conejo de Alicia en el país de las maravillas, Harry Potter, Dobby (el elfo doméstico)... ¡incluso Clary, Jace y todos los cazadores de sombras habían afirmado que acudirían!

El árbol, que se llamaba PEPE, había invitado también a otros cuantos personajes famosos, entre ellos a una familia de 101 dálmatas. PEPE había decidido invitar también a Luna y a Ron, pero no habían podido ir porque les había funcionado mal la chimenea intentando viajar con polvos flu.

Sin embargo, la fiesta fue un éxito.

Enormes fuegos artificiales con forma de dragones, una gran SOPA de SAPO para todos y, sobre todo, mucha y buena música. Pepe, que era un árbol con buenos gustos musicales había conseguido que grupos tan buenos como Iron Maiden y Bullet For My Valentine ¡¡¡fueran a dar un concierto en su fiesta!!! Los Maiden tocaron canciones míticas como The Clansman, Hallowed Be Thy Name o Fear of the dark.

Mucha música, mucha fiesta para pasarlo todos bien.

PEPE estaba ahí en medio, viendo cómo todos sus amigos reían, bailaban, volaban, reptaban, bebían, jugaban..., pero... el pobre PEPE estaba triste.

Veía que se estaba haciendo viejo. Cada vez tenía más aros. Y esos aros le hacían sentirse cada vez más viejo. No había día que no contara, uno a uno, esos aritos que le constituían por dentro. Algunas veces, cuando contaba, se olvidaba, y tenía que volver a empezar. Empezaba a perder la memoria. Y eso le ponía triste.

Mientras, veía cómo todos sus amigos se lo pasaban genial.

Dobby, el elfo doméstico, estaba hablando con el señor conejo. Le decía:

-¡QUE GRAN FIESTA!

Pero el señor conejo no dejaba de mirar su reloj y decir:

-En la tienda me han timado, este reloj se atrasa.

Así que se dio la vuelta y se fue corriendo a comprar otro, porque iban a cerrar.

Poco a poco, el efecto del alcohol fue haciendo mella en muchos de ellos. El búho tenía los ojos como platos e intentaba ligar con la lechuza, que estaba casada y tenía hijos. Los pájaros hacían un concurso muy divertido en el que ganaba el que mayor porrazo se diera volando en picado hacia el suelo. Ron, el amigo de Harry, estaba haciendo honor a su nombre bebiéndose una botella de ron y diciendo:

-Me voy a tirar a todas las chicas de la fiesta.

Y entonces apareció por ahí la profesora McGonagall y le replicó:

-¡Deja de fingir, que sé que eres gay!

PEPE estaba atento a todo aquello y tenía unas ganas tremendas de salir corriendo. Pero... no podía. Principalmente, no podía correr se estaba meando muchísimo y casi no podía ni moverse.

Así que PEPE habló, con la voz fuerte de alguien que sabe lo que dice:

-Queridos amigos -hizo una pausa-: os he llamado a esta fiesta porque hoy es un día muy especial para mí. Hace 61 años, en esta misma montaña, nací. Mi madre fue una mujer árbol trabajadora y estaría muy orgullosa de ver hasta donde he llegado. Recuerdo que fui una semilla problemática. En mis primeros años como tallo, aprendí lo dura que puede ser la vida para alguien como yo. Fui creciendo y poco a poco os fui conociendo. Algunos (dijo mirando a Blancanieves) os dedicasteis a esconderos de malvadas madrastras y brujas que querían arrebataros el reino. Detrás de mi tronco os cobijabais sin apenas conocerme.

>>Otros (miró a Dobby) os dedicasteis a mear en mi tronco como si yo no fuera un ser vivo. Pero, sin embargo, os quiero a todos y por eso os he traído aquí. Para que presenciéis algo único. No voy a hacer como Bilbo Bolsón, que desapareció ante sus amigos en Bolsón Cerrado el día que cumplía 111 años. Sería un poco raro desaparecer de repente. Imaginaos esta montaña sin mí, aquí arriba, gobernándola. Así que yo no voy a hacer eso. Voy a... hacer otra fiesta en unos días. Pero no será una fiesta como esta. Porque esta fiesta tiene fuegos artificiales y SOPA de SAPO, pero la fiesta que haré dentro de unos días tendrá Drag Queens y gogos bailando, champán y muchas drogas. Y además, voy a quitarme esta copa de hojas a lo afro que tengo y me voy a peinar como Lady Gaga. Y, para que lo sepáis, queridos amigos y amigas, aunque me llame PEPE, soy un árbol ¡HEMBRA! Sin embargo, soy una especie de árbol tan especial, que me da igual que seáis machos o hembras, porque yo me reproduzco por esporas.

Un silencio se formó entre el público.

Alguien había dicho algo que les había hecho callar a todos.

Había sido Harry Potter, que había dicho que su varita estaba hecha con la madera del hermano de PEPE.

Silencio. Y después, todas las miradas hacia Potter. Con la primera sílaba como un escupitajo.

Y luego, Harry, mirando hacia los lados, ruborizado.

Pepe miró a Harry. Todos miraron a Harry.

(Hurry up, hurry up, dijo el señor conejo agitando su reloj).

Y Harry, que no sabía qué hacer, se puso a saltar.

El búho hizo un sonido extraño, a lo búho.

Los castores empezaron a morderse las uñas.

Un hada madrina que pasaba por ahí en helicóptero dijo al chofer que diera la vuelta. El chofer era un topo y, al intentar girar, viró hacia el suelo. El helicóptero se estrelló contra el suelo formando una gran explosión. ero la hadita había caído, gracias a Dios, en la marmita de la SOPA de SAPO y se convirtió en OBELIX.

Entonces, un sapo gritó:

-¡Coño! ¡Con lo guapa que era, ahora es un gordo enorme!

Y él/ella dijo:

-Ya, soy un gordo enorme, ¡pero este vestido me queda divino de la muerte!

Croac, se oyó de fondo.

-¡Cuidado! -gritaron muchos.

-¡¡¡Correeeeed!!! -más y más gritos.

Animales corriendo.

Gente corriendo.

Pájaros corriendo.

Búho ojiplático corriendo.

Todos se fueron, pero PEPE no podía correr.

Y entonces... alguien se quedo con él, para que no muriera solo.

Era Dobby, el elfo, que se estaba meando.

La gran explosión del helicóptero había provocado un pequeño incendio que se iba alimentando poco a poco de toda la naturaleza que había a su alrededor. Pronto se acercaría a PEPE y acabaría con ella.

Porque, recordemos, PEPE era una hembra.

Las llamas se acercaban. PEPE no sabía qué hacer. Su vida estaba en las manos de Dios.

O de Dobby.

Cuando las llamas se acercaron lo suficiente, a Dios, digo... a Dobby, se le ocurrió la solución:

Orinó sobre el fuego, y éste desapareció.

PEPE se había salvado.

De repente, volvieron todos los que habían huido, pero PEPE se dio cuenta de que su único amigo era Dobby, así que echo a todos los demás de su montaña y todos los que antes habían huido, agacharon la cabeza avergonzados y dieron media vuelta, reprendiéndose por su cobardía.

Así que PEPE y Dobby se quedaron a solas.

Dobby miró a PEPE.

PEPE miró a Dobby.

Ella fue la primera en hablar, mirando a Dobby con ojos fulgurantes:

-Siempre me has gustado –dijo.

Entonces, Dobby, sonrojado, admitió que si siempre iba a mear al tronco de PEPE, era por tener una excusa para acercarse a ella, porque siempre había sabido que era una hembra. Así que los dos se besaron.

El sabor del tronco dulce, parecido al sabor del regaliz.

Y hablando de regalices, vivieron felices, y comieron regalices, a pesar de que PEPE no podía correr por culpa de tener raíces.

FIN

Con la colaboración de @chaantii94 y @polilla_.

viernes, 11 de marzo de 2011

Érase una vez... I

Érase una vez...
...una naranja que vivía en lo alto de un naranjo. La pobre, no tenía nombre. Era, simple y llanamente, una naranja. Y además, era una naranja feliz.
Había nacido en una de las mejores zonas del árbol. Recibía todos los nutrientes que necesitaba para crecer fuerte y sana. Era una de las mejores naranjas de todo el árbol, e incluso de 10 hectáreas a la redonda. Y a la cuadrada.
Tuvo una infancia un poco verde, todo hay que decirlo. Pero todas las naranjas la tienen.
Nuestra naranja protagonista sin nombre creció y creció, en tamaño y en color. Pronto se convirtió en una naranja de color naranja, y redundó, por redundante. Sin embargo, era fuerte, estaba sana, y tenía muy buenas vistas. Algunas de sus vecinas de los pisos bajos la envidiaban, y en ocasiones se metían con ella por el simple hecho de que le tenían envidia. Y es que resulta que nuestra naranja tenía un don especial: el don de cantar.
Siempre, cuando salía el sol, la naranja entonaba una bonita canción que improvisaba. Por eso, una naranja del árbol de al lado se enamoró de ella. Pero era un amor imposible, a pesar de lo bonita que era su voz, ya que vivían en árboles distintos. Nuestra naranja, desde lo alto de su rama, se fijó en la naranja que le piropeaba desde el árbol de al lado.
Era, a su parecer, una naranja hermosa, probablemente sabrosa, deliciosamente naranja. Su rugosa piel brillaba de una forma especial con el rocío y de la mañana. Así que, una mañana, le dedicó una canción.
¡Oh, hermosa naranja de piel naranja,
que desde ese árbol me miras!
Este canto yo te canto,
aunque nos separe una franja.
Si pudiera volar, correr, saltar o fregar,
si pudiera contigo en ese árbol estar,
te cantaría día y noche, y mediodía,
y a la hora de la merienda, a todas horas,
porque eres más naranja que ninguna,
pues tú eres una naranja sola...
Y yo soy otra más,
una que sabe cantar,
una que puede gritar al sol
y decirle que es menos redondo...
que tú...
La naranja, en el otro árbol, la que se había enamorado de nuestra naranja sin nombre, (que tampoco tenía nombre, porque las naranjas, evidentemente, no tienen nombres, ya que no hay tantos nombres como naranjas, y repetir tantos nombres sería una tontería porque, total, las naranjas son para comer y no para llamarlas), esa otra naranja, se quedó maravillada.
Y colorín, colorado, esta maravillosa historia se ha acabado.

jueves, 10 de marzo de 2011

Reseña: Duma Key, de Stephen King

SINOPSIS


"Edgar Freemantle pierde el brazo en un terrible accidente que también le retuerce la mente y la memoria para dejarle lleno de rabia, y solo rabia, cuando empieza el proceso de recuperación. Su matrimonio, que le dio dos hijas maravillosas, se ha roto y Edgar quisiera no haber sobrevivido a las graves heridas que le produjo el accidente. Quiere huir. Su psicólogo, el doctor Kamen, le propone que empiece una nueva vida.
Edgar alquila una casa en Duma Key, un terreno de la costa de Florida. Allí comienza a dibujar. En la playa entabla amistad con Wireman, otro hombre a quien le cuesta hablar de sus heridas, y con la anciana Elizabeth Esastlake.
Entonces descubre en sí mismo un talento artístico extraordinariamente peligroso. Muchos de sus cuadros contienen un poder que ni él sabe controlar. A medida que se van descubriendo los fantasmas de la infancia de Elizabeth, el poder destructivo de los cuadros se convierte en algo realmente devastador."

PERSONAJES

Edgar Freemantle: Tenía su propia empresa, una bonita familia y era un hombre feliz. Hasta que una grúa le arrebató su futuro. Y un brazo. Edgar es un hombre manco. Y quiere cambiar su vida. Ahora pinta cuadros.
Jerome Wireman: Abogado jubilado. Cuida de una anciana. Lo que perdió en su otra
vida le hizo tanto daño que le animó a suicidarse. Un hombre sabio, sin duda. Y le gusta el rock & roll.
Elizaabeth Eastlake: Para mí es la verdadera protagonista de esta historia. Es una anciana ya, con alzheimer. Pero antes fue una chiquilla. Una niña de dos años que sufrió un pequeño accidente.
Ilse Freemantle: Una de las hijas de Edgar. Su favorita, su pequeña de 19 años.
Melinda Freemantle: Su hermana.
Perse: Indescriptible.


ALGO DE LA NOVELA

Edgar despierta en el hospital. Le falta un brazo. Y solo tiene rabia. Recuerda que ha intentado estrangular a su mujer. O no lo recuerda. Le pica el brazo derecho. Un brazo que no está ahí. Siente rabia. Mucha rabia.
Su psicólogo le invita a cambiar de vida. Edgar alquila una casa en Duma Key. Little Pink, la llama. Una casita rosa al borde del mar. Las conchas parece que hablan durante la noche. Y durante el día.
Edgar decide pintar. Y sus cuadros son verdaderas obras de arte.
Conoce a Wireman.
Conoce a Elizabeth, una anciana cuyo pasado empieza a cobrar importancia a lo largo de la historia.
Edgar tiene una muñeca. Elizabeth tuvo la suya.
El éxito de Edgar hace que le hagan una exposición.
Todos los cuadros que pone a la venta se venden.
Pero los cuadros no son buenos. Son malos. Hacen daño.
Matan.
¿O no son los cuadros?
Tal vez sean los fantasmas del pasado. Las hermanas de Elizabeth. Las gemelas.
Edgar, Wireman y Jack (el joven ayudante de Edgar) deciden investigar el pasado de Elizabeth. Pero a veces es mejor no meterse en el pasado, aunque sus fantasmas te persigan. Aunque un barco de muertos quiera llevarte mar adentro. Aunque te hayan hecho daño donde más duele.
A veces es mejor no empezar una segunda vida.
A veces es mejor la muerte.
Todos tenemos una segunda oportunidad. En realidad, la vida es una obra de cinco actos. Eso es lo que dice Wireman.
En realidad, nos engañamos tantas veces a nosotros mismos que podríamos ganarnos la vida con ello. Eso también lo dice Wireman. Y tiene razón.

Una novela GENIAL, como todo lo que he leído de Stephen King hasta ahora. Si tuviera que ponerle una nota, le pondría un 9 sobre 10.
¿Algún fallo? Simplemente un comentario. Esta novela es mejor leerla en inglés, ya que al tener en el original algunas palabras y expresiones en español, la traducción pierde un poco.
RECOMENDABLE 100%.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Miércoles Musicales II: My generation

¿Queréis algo de rock? ¿Rock del bueno?
Aquí tenéis My generation, uno de mis temas favoritos de The Who.
Disfrutadlo.

martes, 8 de marzo de 2011

Crítica de "El Dueño de las Sombras" de Care Santos


Una novela que me atrapó desde el primer capítulo. Recuerdo que leí El Dueño de las Sombras hace varios años por primera vez y que lo repetí. Y pocos son los libros que he leído dos veces.
¿Qué tenía esta novela que me hizo releerla?
En primer lugar, el punto de vista. El narrador. Una forma diferente de contar historias. Tanto, que me inspiró para escribir mi novela, Doce de diciembre. Y es que fue esta novela una de las que me animó a escribir. El punto de vista de esta obra es algo diferente, una nueva forma de ver las cosas que hace que sea mucho más fácil volar, viajar en el tiempo y... sentirte parte de la historia.
En segundo lugar, la propia historia. Una historia que mezcla el presente y la historia de la familia de las protagonistas. Una historia moderna y una historia antigua. Una mansión, un pozo, el testimonio de los muertos. Y por último, Eblus, el poderoso narrador, ata todos los cabos. Y vemos por fin la luz en la oscuridad de esta historia. Una historia fascinante, una historia de muerte y terror. Una historia donde los muertos se ponen en contacto con los vivos.
La recomiendo. Dos veces.

lunes, 7 de marzo de 2011

Novedades marzo 2011

Aquí os traigo algunos de los libros que salen este mes y que me han llamado la atención.


De la editorial Grijalbo:

Mar de fuego

Después del éxito de Te daré la tierra, llega Mar de fuego, una novela donde el destino de nobles y plebeyos confluye en una apasionante historia de amor, ambición y venganza.

Mar de fuego recrea una época turbulenta de la Barcelona medieval sometida a las tensiones de la corte donde se fragua la sangrienta sucesión del conde R
amón Berenguer I. Mientras, el insigne naviero y poseedor de una de las mayores fortunas del condado, Martí Barbany, se enfrenta a los amores de su joven hija fatalmente marcados por la diferencia de clases y a una venganza que se urde en el submundo de la ciudad medieval y que amenaza su vida.

Chufo Lloréns vuelve a seducir al lector, como ya hiciera en su anterior y exitosa novela, Te daré la tierra, con la recreación de una ciudad en la que conviven tratantes de esclavos, prostitutas, cortesanas, sirvientes, musulmanes, cristianos, nobles y plebeyos; y, de nuevo, consigue plasmar magistralmente el apasionante retrato de unos años oscuros que sellaron el destino de una ciudad.

Autor: Chufo Lloréns
Fecha de publicación: marzo 2011
Temática: novela histórica - Adultos
PVP: 22,90€
Páginas: 864
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788425345609

De la editorial Versátil:

La Marca del Demonio

Nick y Alan Ryves se han pasado la vida huyendo de los Magos que les
persiguen por un amuleto que su madre robó. Una noche, Mae y su hermano acuden a ellos en busca de ayuda. El chico tiene una marca demoníaca, un signo de muerte
que solo puede ser eliminado con la sangre de un mago… Cuando Alan también es marcado por un demonio, Nick quiere salvarle, au
n a costa de perseguir a los magos de los que han estado huyendo toda la vida. Mientras el Círculo de los Magos les pisa los talones, Nick desvela un secreto que podría destruirles a todos.
Autor: Sarah Rees Brennan
Fecha de publicación: 8 de marzo
Temática: Juvenil a partir de 14 años.
PVP: 17,50 €
Páginas: 360
Formato: 13,5 x 23 cm.
Encuadernación: rústica solapas
ISBN: 978-84-92929-37-5


De la editorial SM:

Delirium
Una vida sin amor es una vida sin sufrimiento: segura, medida, predecible y feliz. Por eso cuando los habitantes de esta ciudad del siglo XXII cumplen los 18 años, se someten a la intervención, que consiste en la extracción de la parte del cerebro que controla las emociones. Lena espera ese momento con impaciencia, hasta que un día se enamora...

A nadie le gusta estar enfermo. Afortunadamente, en el siglo XXII los científicos han encontrado la cura para la pandemia que, durante milenios, asoló el planeta. Un delirio que se contagiaba más rápido que cualquier otra enfermedad, afectando a cientos cada día, y a millones al cabo del año. Era tan grave que, encontrada la cura, el gobierno decretó su administración a todos los ciudadanos, a partir de la mayoría de edad.

Lena Holoway está emocionada. Lleva años esperando cumplir los 18. Por fin recibirá la cura, por fin vivirá sin dolor, de un modo predecible y feliz.

Por fin hay cura para esa enfermedad llamada amor.

Autor: Lauren Oliver

Fecha de publicación: marzo 2011

Edad: entre 13 y 18

PVP: 15,95€

Páginas: 448

Formato: 15 x 21,50

Encuadernación: Rústica