domingo, 10 de junio de 2012

Frases de domingo XVI

¡Hola! Sigo con El temor de un hombre sabio, que es muuuy largo y además no estoy leyendo tanto como podría estos días, así que hoy os vuelvo a dejar un fragmento de este libro.

-Muy bien -dijo Dedan-. Kvothe puede contarnos el final. Es un cachorro, pero sabe contar una historia como Dios manda. Una espada de cobre, ¡venga ya!
-Pues a mí me gustaría oír el final de la historia de Marten -dije.
-No, no -dijo el rastreador con amargura-. Ahora ya no me apetece terminarla. Y prefiero escucharte a ti que oír rebuznar a ese asno. (...)
-Érase una vez un niño que nació en una pequeña aldea. Era perfecto, o eso creía su madre. Pero el niño poseía una peculiaridad: tenía un tornillo de oro en el ombligo del que solo asomaba la cabeza.

¿Qué? ¿No os da más ganas de leer El temor de un hombre sabio? A mí me está pareciendo genial, tanto como El nombre del viento.
¡Un saludo!

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